Junto con la Casa de la Música, El Gato Tuerto y cabarés como Tropicana y Parisién; la Casa de la Trova es una visita ineludible para los amantes de la música que pasen por tierras cubanas. A diferencia de los sitios mencionados éste no se encuentra en La Habana sino en Santiago de Cuba, en la región oriental de la isla, ciudad natal de músicos renombrados en la escena isleña como Olga Guillot y Compay Segundo, entre muchos otros.
Anclado en la calle Heredia, epicentro de la diversión nocturna en Santiago de Cuba, este local abre solamente los sábados a partir de las 10 p.m. Fue Virgilio Palais quien abrió sus puertas en la década del cincuenta, un sitio que comenzó siendo un pequeño dispendio de tabacos y que luego fue mutando en forma natural hacia la música y el baile, postulándose como un punto de reunión de artistas locales, expandiendo así su leyenda dentro de la ciudad y toda Cuba.
En los muros de la Casa de la Trova es posible comprobar en primera persona la rica historia del local, con testimonio del paso de artistas como el local Compay Segundo, el pianista Rubén González, fotografías de Sindo Garay y de Silvio Roríguez, entre muchos otros visitantes célebres. También hay un cuadro que muestra el paso de Paul McCartney por este sitio emblemático de Santiago de Cuba.
El local es agradable, íntimo y ameno. Ideal para adentrarse en la historia musical de esta ciudad, ser testigo directo de la diversidad cultural cubana, y acceder a un verdadero testimonio de la historia de este país. La experiencia se completa con los clásicos cócteles, acaso un ron y un buen puro. Se ha oído decir que quien pasa por Santiago de Cuba y no ha visitado la Casa de la Trova, pues no ha estado verdaderamente en esta ciudad que respira música.