El cartel que recibe a los quienes se acercan al Centro Cultural Polo Montañez versa la siguiente invitación: “A ritmo de cubanía”. Una buena primera definición, ya que este sitio es un paso obligado para aquellos que quieran bailar y divertirse en la noche de Cuba, más precisamente en Viñales, en el sector oeste de la isla caribeña, allí en la provincia de Pinar del Río.
En línea con un sitio clásico de Cuba como el Cabaret Tropicana, éste es un espacio al aire libre; ¿otro paraíso bajo las estrellas? Lo cierto es que allí, el único sitio que cuenta con un pequeño techo es el escenario donde brillan cada noche músicos y artistas que interpretan los mejor del cancionero cubano, y diferentes géneros con destaque de los clásicos de la zona: son, cha cha chá, rumba y salsa. Cuando la música en vivo termina, la diversión continúa: allí se puede bailar hasta que el cielo gane claridad en Viñales. No falta una buena carta de bebidas, para completar la experiencia musical con los placeres destinados al paladar. Mojitos, cócteles y otros tragos dicen presente.
El nombre del centro hace honor a Polo Montañez, un célebre músico, compositor y cantante cubano nacido en el año 1955 y fallecido en 2002 en un accidente víal, a quien se lo conoce como “el guajiro natural” en referencia a su nula formación profesional y conocimientos técnico-musicales y, no obstante, a la calidad de su arte que se desplegó en un buen número de trabajos discográficos.
Tomando prestado el nombre de esta leyenda de la música cubana, el centro cultural es un excelente sitio para aprovechar la noche en Viñales. En la plaza hay bar y restaurante, y el escenario comienza a brillar a las 9 de la noche. Las 2 de la mañana es el horario oficial de cierre, aunque en verdad nada puede cerrar en un sitio a cielo abierto. La agenda de shows varía cada noche.