Atención: si en alguna calle de La Habana alguien hace mención a “La Zorra y el Cuervo”, seguramente no estará haciendo referencia a una fábula para niños sino al club de jazz más célebre de la ciudad. El mismo está ubicado en la zona céntrica de La Rampa, más precisamente en el sótano de un edificio. Vale decir que aquel emplazamiento no es la única característica particular de La Zorra y el Cuervo; ocurre que el acceso al club es a través de una cabina telefónica de color rojo, aquellas que son un símbolo en Londres. Tan singular como atractivo.
Es cierto que aquel es en esencia un club de jazz, tal como se indica más arriba, aunque también se puede disfrutar allí la variada tradición musical de Cuba, con shows de salsa, timba y boleros, por mencionar algunos de los diversos géneros que suenan en este sótano habanero. La experiencia completa su círculo con la excelente oferta de coctelería de La Zorra y el Cuervo. Imposible dejar de probar algunas de las bebidas que allí se sirven, ideales para acompañar los acordes de la música en vivo. Se dice que en este club están algunos de los mejores cantineros de Cuba.
Una buena noticia: el club abre todas las noches con un show distinto cada vez, a diferencia de algunos cabarés en los cuales los espectáculos se repiten en la semana. Sólo hay que buscar la ya famosa cabina telefónica para adentrarse en el ambiente musical de este espacio que, desde las 10 p.m., despliega sus encantos en la capital de la isla en la calle 23, en la zona de Vedado. En la puerta, un cartel circular delata su presencia: en él puede verse a la zorra y al cuervo algo “pasados de copas”.
Cuando el club cierra cerca de las 2 de la madrugada, salir al “mundo exterior” también puede ser una buena noticia. Tras haber visitado a este verdadero emblema de la noche isleña, es posible llegar hasta el Malecón recorriendo menos de 3 cuadras en dirección al mar.