En La Habana, alejado del centro de la capital y próximo al hotel Tryp Habana Libre, se alza Le Chansonnier, un restaurante lujoso que apuesta por la fusión de los sabores más clásicos de Cuba con platillos de otras regiones del mundo, provenientes principalmente de la cocina francesa e italiana. Es destacado su enclave, pues opera en un bello caserón de techos altos construido a finales del siglo XIX, restaurado para los tiempos que corren, y cuyo interior está decorado con un buen número de obras de artistas contemporáneos.
Cuba, Italia y España se entrecruzan armoniosamente en la propuesta de Le Chansonnier. En su cava de vinos hay una selección de variedades llegadas de los mencionados países de Europa, y en su menú se destacan platos que vinculan los sabores de las diversas latitudes. La berenjena gratinada, el filete de cerdo con miel y mostaza, y el pato cocinado en vino, son algunos de los recomendados. En este orden, los responsables de este restaurante confían al apostar por una oferta gastronómica definida por el entrecruzamiento de sabores cubanos con la alta cocina internacional, trascendiendo asimismo los clásicos ingredientes y sabores de la isla del Caribe, aunque sin dejarlos por fuera del menú.
Es un ítem a favor la amplitud de sus dos salones, la buena distancia entre las mesas, y la elegancia en la decoración del local, que por cierto también persigue el vínculo entre Cuba y las tendencias que se respiran a nivel mundial. Se combina arquitectura colonial con elementos vanguardistas y a su vez sencillos. El restaurante cuenta además con un balcón, y un espacio reservado donde suena música suave, ideal para parejas y comensales románticos.
Le Chansonnier abre todos los días desde el mediodía hasta la medianoche. Es necesario reservar con antelación, pues se trata de un sitio muy concurrido en La Habana y que de hecho funciona a puerta cerrada. El sitio es también ideal para organizar eventos.