“Restaurante. Cafetería. Comida fusión”. Aquellas promesas pueden leerse en un cartel colgado a la entrada de Los Naranjos, un atractivo y particular sitio para comer en La Habana, anclado en la pintoresca calle 17. ¿Por qué particular? Pues este restaurante está ubicado en una casa tradicional en la zona de Vedado, con mesas dispuestas en los muchos ambientes de este caserón que combina arquitectura clásica con elementos modernos, como grandes pantallas en la recepción, y conservando algunos de los elementos originales, como sus pisos y las lámparas propias de otro siglo a éste.
La ubicación geográfica es uno de los puntos a favor de Los Naranjos, ya que el local está situado en una zona privilegiada de la capital cubana, de fácil acceso y próximo a sitios relevantes de la ciudad como el Teatro Mella, el Parque John Lennon y el Museo de Artes Decorativas.
La carta es variada, con alternativas de gastronomía internacional y gourmet, aunque la especialidad de la casa es la cocina tradicional cubana. Frijoles, tamales, vaca frita con arroz, y lonjas de cerdo son algunos de los recomendados. También aquellos que incluyen frutas de la región como piña, guayaba y mango, en combinación con otros sabores. El restaurante agrega un lounge bar que se destaca por su piña colada elaborada artesanalmente.
En Los Naranjos no se come al estilo clásico de un restaurante, pues como se indicó más arriba las mesas están dispuestas en diversos ambientes de esta tradicional casa. Así, es posible sentarse en sus pasillos, salas, en mesas próximas a ventanales, e incluso en la bella terraza; como si se estuviera comiendo en el hogar de particulares. Todos los espacios son agradables y están debidamente climatizados.
El restaurante abre de martes a domingo, desde el mediodía hasta la medianoche. Vale mencionar que se trata de una opción para comer en La Habana que no es precisamente económica: los precios son elevados en relación al de otros restaurantes de la ciudad.