¿Dónde se encuentra?
En el extremo este de la Bahía de Corrientes, dentro del Parque Nacional Península de Guanahacabibes, se encuentra esta playa que es objeto de deseo para los amantes de las actividades acuáticas. La separan por carretera unos 75 kilómetros de playa Las Tumbas, la cual está ubicada en el extremo más occidental de Cuba. Desde playa María La Gorda hay que recorrer 300 kilómetros para llegar a La Habana.
¿Cómo llegar?
La Autopista Este-Oeste es la que conecta a esta playa con la capital de Cuba, pasando por las ciudades de Pinar del Río y San Cristóbal. Unos 145 kilómetros separan a esta playa de la ciudad de Pinar del Río.
Los atractivos de María La Gorda
Una actividad en particular define en forma cabal el principal encanto de la playa María La Gorda: buceo. Este destino cuenta con aguas muy cristalinas y cercanía con hermosos arrecifes, como en el Valle de Coral Negro y el Salón de María, características que lo convierten en ideal para los amantes del buceo, y también para los que optan por el snorkel. En rigor, funciona allí el Centro Internacional de Buceo que brinda cursos para los interesados en esta actividad. Es una buena noticia que la temperatura del agua promedia entre los 24 y los 30 grados a lo largo de todo el año.
Otro de sus encantos es la cercanía con la Isla de la Juventud, donde también se puede aprovechar al máximo la posibilidad de bucear. Además, en aquella isla se recomienda conocer la playa Bibijagua, célebre mundialmente por su arena negra, y la fina El Abra, el sitio donde fue confinado José Martí y que ha sido declarado monumento nacional en Cuba. Imposible dejar de visitar el Parque Nacional Ciénaga Lanier, una imponente reserva natural en aquella isla cercana a María La Gorda.
Un dato de color: esta playa cubana lleva el nombre de una mujer que, según cuenta la leyenda, fue secuestrada por piratas y abandonada en esta región de la isla.
Hoteles y restaurantes
La referencia hotelera por excelencia, y casi en soledad, en esta playa es el CIB María La Gorda. El mismo cuenta con más de 70 habitaciones dispuestas en cabañas, muchas de ellas construidas con maderas, y con raíces en la mismísima playa. Otras se encuentran en zonas circundantes, rodeadas de abundante vegetación.
Este hotel cuenta con un restaurante y un lobby bar. Además, en las cercanías de este hotel hay un buen número de opciones a la hora de comer, incluyendo propuestas de comida típica cubana, cocina internacional y, por supuesto, platos de mar.