¿Donde se encuentra?
Capital de la provincia que lleva su mismo nombre, Matanzas es una ciudad ubicada al norte de Cuba entre la desembocadura de tres ríos, el San Juan, Canimar y Yumurí, los cuales confluyen en la Bahía de Matanzas. Sobre estos ríos se han edificado cruces, arquitectura que ha provocado que a este destino cubano se lo conozca como “la ciudad de los puentes”. De larga data, pues la ciudad fue fundada en el año 1693, separan a Matanzas 100 kilómetros respecto a La Habana, esto viajando desde la capital de Cuba hacia el este del mapa. Además se encuentra a sólo 40 kilómetros de la muy concurrida Varadero.
¿Cómo llegar?
La provincia de Matanzas, así como la capital provincial que lleva su mismo nombre, disponen de excelentes conexiones con el resto de las ciudades de la isla. En rigor, la provincia cuenta con más de 2500 kilómetros de carreteras asfaltadas, aeropuerto y puertos marítimos en las cercanías. El viaje de 100 kilómetros de extensión desde La Habana hasta Matanzas se emprende por Vía Blanca, una carretera que bordea la costa norte de la isla. Cada día hay un buen número de salidas desde la capital cubana hasta Matanzas en ómnibus, un viaje que también puede ser realizado en ferrocarril, incluyendo la posibilidad de hacerlo a bordo del Casablanca, un tren electrificado. Las ciudades ubicadas al sur de Cuba acceden a Matanzas a través de la Carretera Central. Por el Puente Bascular del Circuito Norte se llega a Varadero.
Matanzas también toma provecho de la cercanía con el Aeropuerto Juan Gualberto Gómez de Varadero. Por lo demás, su ubicación marítima permite acceder a la provincia por esa vía gracias a la disponibilidad de puertos como Chapelín, Puertosol Dársena de Varadero y Gaviota Varadero.
Los atractivos de Matanzas
Uno de los encantos de la capital provincial es su cercanía con La Habana al oeste y con Varadero al este. No obstante, la ciudad es más que un paso entre estos dos populares destinos de Cuba y ofrece sus propios encantos. Dispone de un bonito malecón con playas, donde es posible optar por la relajación y la contemplación del paisaje, e incluso practicar deportes náuticos y pesca. Los amantes del snorkel pueden despuntar el vicio en uno de los sitios más propicios para esta práctica, en la Laguna Maya que está ubicada a unos 15 kilómetros al este (hacia Varadero), que además dispone de un restaurante y bar, y donde es posible alquilar botes o pasear por un sendero ecológico.
En la zona urbana vale la pena visitar el Parque de la Libertad que data de comienzos del siglo XIX, también una antigua farmacia conocida como el Museo Farmacéutico, la Catedral de San Carlos que fue edificada en 1730, y el Teatro Sauto que dispone de pinturas de Daniel D’Allaglio. Otro paso obligado en la ciudad de Matanzas es el Liceo Artístico y Literario, sitio donde se bailó por primera vez el danzón, uno de los ritmos tradicionales y más emblemáticos de Cuba. En la zona del muelle es posible conocer de primera mano las ruinas del Castillo de San Severino.
A pocos kilómetros de la capital también hay atractivos dignos de ser conocidos. Por ejemplo, el Valle de Yumurí que pone ante los ojos del visitante un paisaje cautivante conformado por el agua de los ríos, colinas y campos de cultivo. También se pueden visitar cuevas, como la de Bellamar (compuesta por Bellamar, El Jarrito y Soto Jíbaro), con lagos, fuentes de agua, estalagmitas y estalactitas que dan forma a un sitio de veras atractivo. Un tanto más alejada se encuentra la Cueva de Catalina, también con sus encantos propios.
Hoteles y restaurantes
Aunque lejos de la amplia disponibilidad de habitaciones que ostenta Varadero, destino muy próximo a la ciudad de Matanzas, en ella hay una suficiente oferta de alojamientos. Todos los hoteles de la ciudad están ubicados en las proximidades de la Bahía de Matanzas, a excepción de algunos como el Caminao, el cual se encuentra en los márgenes del río Caminar. Cerca del Yumurí se encuentra el Hotel Playa Larga. Una opción más céntrica es el Hotel Velasco, a pocos metros del Parque de la Libertad. Casa Rabelo es uno de los pocos hostales disponibles, atendido por la propio dueña de la casa.
En la zona céntrica de la ciudad hay múltiples opciones para la hora de la comida. Se destaca Ruinas de Matasiete, muy próximo a la Bahía, que en su oferta agrega espectáculos en vivo; Le Fettuccine con propuestas para los que gustan de las pastas; y El Chiquirrín con una bella vista de la desembocadura del río Yumurí, donde en ocasiones también suenan acordes típicos de la isla y los comensales se animan al baile.