¿Dónde se encuentra?
Esta extensa llanura con forma triangular que está ubicada en el sector central de Cuba, hacia la costa sureña de la isla. Forma parte de la provincia de Sancti Spiritus y abarca cerca de 250 kilómetros cuadrados. En ocasiones se menciona a este sector como el Valle de Los Ingenios, planicie que abarca al Valle de San Luos y también a los de Santa Rosa, Agamba-Méyer, y la llanura costera del sur. La ciudad de Trinidad aparece como una referencia ineludible, pues se encuentra a pocos kilómetros hacia el noroeste.
¿Cómo llegar?
Un tren realiza en forma diaria el recorrido que va de Trinidad a los San Luis Valley. Una opción más pintoresca, aunque también mucho más lenta, es abordar una máquina de vapor que data de comienzos del siglo XX: el recorrido dura dos horas y media, aunque la experiencia regala la posibilidad de contemplar un paisaje cautivante. En esta región también opera el Aeropuerto Alberto Delgado.
Los atractivos de San Luis Valley
Por sus condiciones climáticas y las características de sus tierras, estos valles han sido históricamente propicios para la plantación de tabaco, para la ganadería y principalmente para el desarrollo de la industria azucarera. De hecho, funcionaron allí más de 40 ingenios, llevando a esta región a ser una de las más pujantes en toda Cuba. Así, muchos de los encantos de la región giran en torno a esta actividad industrial: los valles cuentan ruinas correspondientes a ingenios, barracones y demás establecimientos vinculados con el azúcar que pueden ser visitados, como el ingenio de San Isidro de los Destiladeros. Una de las edificaciones destacadas en la zona es la torre de Manaca Iznaga, la cual fue construida en la segunda década del siglo XIX y desde donde sonaban las campanadas que anunciaban el comienzo y cierre de las jornadas de trabajo en las plantaciones.
Un paso obligado en el Valle de los Ingenios es la Loma del Puerto, un encantador mirador ubicado a casi 300 metros sobre el nivel del mar. A casi 10 kilómetros siguiendo este sendero aparece la cascada de Jabira, también digna de ser vista. En resumen, a la hora de hablar de los encantos de esta región es ineludible la referencia a la industria del azúcar, y a la belleza que circunda a los establecimientos vinculados a aquella actividad comercial. De hecho, junto con Trinidad estos valles fueron declarados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, tanto que hay quienes describen a esta región como un “museo al aire libre”.
Hoteles y restaurantes
Las referencias hoteleras y gastronómicas de esta zona hay que buscarlas en Trinidad, ciudad que se encuentra en automóvil a sólo 20 minutos, aproximadamente. No obstante, en este ítem hay que mencionar que cuando se realiza la denominada “Ruta del Esclavo”, y pasando el mencionado mirador, el visitante se topa con la Casa de Guanichango, una hacienda que fue convertida en restaurante y cafetería.