El hotel está ubicado frente al paisaje marino de playa Esmeralda, a sólo 5 kilómetros del centro de la ciudad de Guardalavaca, en la provincia de Holguín, en el sector oriental de Cuba. Se trata de un all inclusive de 4 estrellas, el cual opera bajo el ala de la cadena hotelera Meliá, multipresente en esta isla del Caribe.
Este complejo vacacional ostenta una variedad de opciones, esto gracias a su ubicación geográfica: no sólo ofrece vista al mar y acceso a una playa serena, de aguas cristalinas y poco profundas, e ideal para el snorkel; sino también a una bahía y a una exuberante vegetación propia de los bosques caribeños. Así, no se trata únicamente de paisajes bellos para ser contemplados, sino que estos parajes abren paso a diversas actividades, las acuáticas y también el senderismo, la contemplación de aves, el conocimiento directo de la flora y fauna de la región, y más. En este punto se destaca el punto náutico del hotel, con opciones para la práctica de deportes no motorizados, vela, snorkeling, windsurf y más, además de paseos en catamaranes y pedales acuáticos. En la zona también se puede practicar pesca libre.
Aquellos que prefieren las aguas dulces pueden disfrutar de las 3 piscinas del hotel, ubicadas en las diversas secciones del mismo: Luna, Mares, y en el wellness center, respectivamente. Se incluyen áreas para niños y también para bebés, con zonas de chapoteo. En todos los casos hay una variada agenda de actividades, incluyendo clases de iniciación al buceo.
Situado a poco más de 70 kilómetros del aeropuerto internacional Frank País, el Sol Río de Luna Mares cuenta con un centro de bienestar donde es posible pedir servicio de masajes, manicura y pedicura, sumergirse en un hidromasaje, o practicar yoga y pilates. También con un gimnasio dentro de las instalaciones del hotel, con equipos de distinto tipo, pesas, sauna, e instructores a disposición de los huéspedes. Los amantes del deporte estarán de para bienes allí, pues el complejo cuenta con diversas canchas: voleibol, baloncesto, tenis y más. Además hay renta de motos y caballos en las cercanías del hotel.
Cuenta con diversos tipos de habitaciones, algunas con vista al mar, y en todos los casos optando por un diseño que hace honor al trópico cubano: colores cálidos y fina decoración. Un punto a favor es que todas disponen de terrazas desde las cuales es posible contemplar la belleza natural que circunda al hotel.
Un clásico de la cadena Meliá, no faltan aquí las opciones en gastronomía. Se destaca el restaurante “Colón”, especializado en cocina internacional y show cooking, ubicado en la zona del lobby de la sección Mares y con capacidad para 260 personas. También “La Carabela”, para los que gustan de la cocina mexicana, y “La Pinta”, con almuerzos de cocina internacional. Una mirada atenta habrá advertido las referencias a la flota española: ocurre que las playas de estas regiones de Cuba son las primeras en las cuales hizo pie Cristóbal Colón al llegar a la isla.
El hotel ofrece alquiler de automóviles, estacionamiento gratuito en las instalaciones, y WiFi de pago. No se admiten mascotas allí.